viernes, 14 de diciembre de 2012

¿Cambiarías de supermercado si descubrieras que no dona alimentos? La pregunta de la semana

supermercado

Si conocemos cómo funcionan los bancos de alimentos, me parece lógico que nos interesemos por cuántos alimentos dona nuestro supermercado habitual, más aún si tenemos en cuenta las fechas que se avecinan, en las que, a pesar de la crisis que nos rodea, todos intentamos ser un poco más solidarios. Por eso os pregunto,

¿Cambiarías de supermercado si descubrieras que no dona alimentos?

A veces es necesario que nos abran los ojos para que nos percatemos de situaciones que, por su lógica, tendrían que ser parte de nuestra conducta habitual. Seguramente, nos llevaríamos más de una sorpresa en este aspecto si conociéramos realmente quiénes están concienciados e implicados con los más necesitados ¿Lo estáis vosotros? ¿Cambiaríais de supermercado si supierais que no dona alimentos? Os invito a que dejéis vuestras respuestas en Directo al Paladar Respuestas, la semana que viene comentaré la respuesta más valorada.

La pregunta de la semana pasada: ¿Cuál es vuestra receta estrella que repetís cada Navidad?

Esta semana, habéis sido muchos los que habéis compartido vuestras recetas especiales para las fiestas navideñas, pues, efectivamente, casi todos contamos con un plato que repetimos de una Navidad a otra y que nuestros comensales esperan encantados, porque saben que se van a deleitar con él. De entre todas, la pregunta más valorada ha sido la de anamaria.boveda, que nos decía:

Yo hago, casi siempre, en Navidad, una receta que está bastante bien de precio, y rica, riquiña. Compras en la carnicería, un lacón de cerdo fresco (indicando que no le quiten la piel). En un recipiente (grande)donde quepa, se deja toda la noche anterior macerando, con vino, ajo, tomillo, romero, laurel, cebolla, pimienta negra molida, y sal. De vez en cuando, le vamos dando vueltas en el líquido para que se impregne bien por todas partes. Al día siguiente, nada más que poner un papel de horno en la bandeja, poner el lacón con un chorro de aceite de oliva, e ir añadiendo de vez en cuando el caldo de la maceración. Tiene que estar en el horno por lo menos dos horas, y ponerle al final fuerte, para que la piel se quede crujiente. Cunde un montón, si tienes bastantes invitados, y todavía sobra para que tus cuñadas se lleven un táper para el día siguiente. Acompañando doras unas patatitas y lo dicho, está muy rico.

Imagen | OS2Warp
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