lunes, 25 de febrero de 2013

Tiras de pollo especiado con crema de garbanzos



Tiras de pollo especiado con crema de garbanzos
Deditos que enganchan. / AINHOA GOMÀ

 


Los chicken fingers son una de esas deliciosas guarrerías americanas que pueden conmigo. Los comería sin ningún tipo de control, mojándolos en 18 salsas diferentes hasta caer muerto. A pesar de su dudoso origen y de ser un tanto fritangueros, en el fondo no son tan insanos ni se diferencian demasiado del pollo rebozado español de toda la vida. Su gracia es el formato, tan adecuado para entregarse a ese fastuoso placer que los finolis nunca conocerán: el de comer con las manazas.



La versión de este clásico que traigo hoy está pasada por Marruecos, y nació en una de esas semanas en las que me dio por echarle ras el hanut a absolutamente todo. La adicción a esta mezcla de especias moruna llegó a tal nivel que tuve que sacar el bote de la cocina, porque si no me la iba a acabar poniendo en la leche del desayuno. Ahora que ya estoy mejor de este tema, puedo enfrentarme al hecho de escribir la receta con la suficiente tranquilidad.


Si no tenéis ninguna tienda de alimentación árabe cerca donde comprar el ras, no entréis en pánico: basta con montaros vuestra mezcla particular de especias. Lo que sí resulta muy interesante si disponéis de Thermomix o de un molinillo o robot efectivo es hacer el pan rallado casero, aderezándolo con hierbas. Si no, se añaden al comprado y santas pascuas. En cuanto a la crema, es una especie de hummus pero más líquido, casi una salsa de garbanzos con la consistencia ideal para mojar los deditos de pollo.


Dificultad


En Burger King los hacían.


Ingredientes


Para cuatro personas


Pollo



  • 3 pechugas (o 2 si son gigantes)

  • 2 dientes de ajo

  • Ras-el hanut (o una mezcla de pimienta negra, cúrcuma, comino, nuez moscada, canela, pimentón, jengibre o lo que te apetezca)

  • Un trozo de pan seco o pan rallado

  • Un huevo (o dos si son pequeños)

  • 4 hojas de albahaca

  • Aceite de oliva

  • Sal


Crema



  • 250 g de garbanzos cocidos

  • 1 limón

  • 1 cucharadita de pimentón

  • 1/2 cucharadita de tahina o 1 de sésamo

  • Aceite de oliva virgen extra

  • Sal


Preparación


1. Triturar el pan con la albahaca o mezclar el pan rallado comprado con la albahaca picada muy fina.


2. Cortar las pechugas en tiras. Frotarlas con el ajo cortado por la mitad, salarlas y espolvorear generosamente sobre ellas ras el hanut o mezcla de especias. Cubrir con plástico y meter en la nevera (si están un buen rato marinándose, mejor).


3. Mientras, triturar los garbanzos cocidos con el zumo del limón, la tahina o el sésamo, el pimentón, tres cucharadas de aceite y sal. Añadir agua (si es de la cocción de los garbanzos, mejor que mejor) poco a poco hasta que quede una consistencia cremosa para untar. Corregir de sal.


4. Justo antes de comerlas, preparar un plato con papel de cocina, otro hondo con el pan rallado y otro con huevo batido. Calentar aceite abundante en una sartén e ir friendo las tiras previamente pasadas por el huevo y el pan rallado. Dejar escurrir sobre papel de cocina y servir calientes acompañadas de la crema de garbanzos.